[CND] | Misión Cumplida

[Morten_Speedwagon]

MISIÓN CUMPLIDA.

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Entorno
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Diálogos

PRIMER CAPÍTULO: Marcando objetivos.

Era el único lugar en lo que le respecta a un grupo de intrépidos maleantes donde planificaban instrucciones morbosas e insolubles que atentaban contra la vida de decenas y decenas de humildes e inocentes pobladores. Sin embargo, al querer ser un marero, tendré que pagar por las acciones y, aunque su cuerpo no fue enterrado, su vida continúa en peligro.


Con un clima nuboso respectando un ambiente frío y tenso que se observará a un líder importante, serio y masivo, fijando su atención en las ideas que se está planteando, de una organización criminal encargada de realizar numerosas actividades completamente peligrosas.

Miguel ordena fijamente su mirada, y con mucha atención, sostiene ambas manos juntas en la altura de su abdomen con una posición informal.



Miguel: Ya estoy acá, déjenme ver el dinero.

Mafioso: No tan rápido, bambino, mis amici lo revisarán. Si tiene algún arma de fuego escondida, despídase de este mundo. ¿Capisci?

Miguel: Está bien. Terminemos con esto.

Se detalla al líder tomar las órdenes necesarias a sus acompañantes para revisar cuidadosamente los bolsillos de Miguel.



Mafioso: Exum, controlla.

Un mafioso apodado "Exum" se acercaría lentamente a Miguel para proceder a echar un vistazo a sus bolsillos de su chaqueta y pantalón.

Miguel levanta ambas manos suavemente a la altura de su pecho alejando su distancia para asegurarse que la revisión no se dificulte de finalizarse.

Miguel: Revísame con confianza, se me olvidó traer la pistola de agua.

Mafioso Exum: No me haga reír.

Exum, finalizada la revisión, se retira alejándose de Miguel y posicionarse en lugares diferentes para mostrar seguridad ante el importante líder de su organización criminal.

Mafioso Exum: ¡Niente!


Como ve, en una terrible tarde, sobre las cinco de la tarde cuando tenía la conversación en plena, me costó trabajo encontrar la manera afirmativa que me disipara la tensión que me retorna cada instante.


Miguel regresa sus manos a su posición inicial suavemente guardando seriedad total y fijando su atención en las decisiones que va a tomar.

Miguel: Bien, uno de sus integrantes me llamó por una misión que les resultaba muy difícil de conseguir ya que la policía los está buscando. ¿Cuál es esa misión?

El líder, pensante y con asombro, intenta posicionarse con una aptitud sencilla para explicar el objetivo de esta misión.



Se muestra al líder honesto firme detallando la misión que corresponderá a Miguel.

Mafioso: Bene, atento a lo que diré; el don necesita que le saques información sobre los planes y estrategias del director Anthonny Diego. Si le traes buena información, te recompensaremos; si fracasa, lo vamos a disecar y ponerlo como alfombra, ¿Capisci?

Miguel: Bien, pero; información buena o algo que diga "Esa información vale millones".

Mafioso: Es lo que te voy a pagar. Sígame.

Un acompañante sacando un maletín negro casi nuevo procediendo a dejarlo encima del maletero del vehículo dejándolo abierto para inspeccionar el dinero.

El mafioso se dirige hacia la parte trasera del vehículo rojo de modelo Savanna mientras explica más a fondo los objetivos de esta misión.

Miguel se dirige hacia el auto, observando al acompañante abriendo el maletero mientras sostiene su atención y acompañado del líder.



El acompañante, encargado de inspeccionar el dinero, abandona el maletín retirándose del lugar para cederlo al líder y a Miguel.

El líder se notaría muy tranquilo tocando el maletín negro; dentro se vería una numerosa cantidad de billetes de cinco millones de dólares y en buen estado.

Miguel comenzaría a parpadear de una manera muy activa al revisar el interior del maletín.



Mafioso: Acá hay más de 5 millones; ya están blanqueados, no tienen registro.

Miguel: ¡Hostia, trato hecho!

El líder cierra el maletín negro, colocando el seguro y ordena a uno de sus acompañantes a guardarlo en el vehículo.

Al cerrar el maletín, el líder procede a entregarlo a uno de sus acompañantes para que lo guardara.

Miguel, nuevamente, camina lentamente observando al acompañante guardar el maletín, junto con el líder para finalizar la conversación.

Miguel: Cuenten conmigo para hacer el trabajo. Les traeré información espectacular.

Mafioso: Recuerde, si fracasa no volverá a ver este dinero ni en pintura, ¿Capisci?

Miguel: Sí, entendido.

Mafioso: Exum, entrégale el número de celular.

Exum camina acercándose a Miguel mientras retira una hoja, con la zurda, desde el bolsillo derecho de su pantalón.

Miguel saca su teléfono móvil para proceder a anotar el número de teléfono de Exum.

Exum: ¡Ahí te dicto el número, apúntalo!

Tras dictar el número de teléfono procede a esconder la hoja regresándolo a su lugar adecuado mientras se ve al líder alejarse significando la finalización de la conversación.

Miguel: Ya lo tengo, nos vemos en un buen tiempo.

Miguel gira su cuerpo en dirección contraria para retirarse del lugar.

...


Tres semanas después de la dichosa noche que les contaba, me uní a la institución de noticias que me justificaron pertenecer para revelar los secretos que me rumoreaban algunos individuos. Aun a primera vista, imaginaba que revelaban algo inquietantemente familiar. Sin embargo, el asunto importante es que ingresé incógnitamente a la CND.


Vestido de forma elegante simpatizando al director de la institución tras finalizar la entrevista.

Director Diego: ¡Enhorabuena, Fonteno. Usted es, oficialmente, miembro y forma parte de la institución noticiera!

Miguel: Cuente conmigo, Director.

Miguel se pone de pie, levantando y alejando su mano hacia el director para mostrar respeto y las gracias tras ser aceptado.

El director con una chamarra humilde se levanta para llevar su diestra y responder la acción de respeto.



Director Diego: Esperaré con ansias su primera obra.


Minutos después...


Miguel agarra la cámara para revisar sus características externas de la misma.

Observando con atención hacia la cámara apagada a sus alrededores.

Miguel retira su mirada colgando la cinta alrededor de su cuello para agarrar el radio comunicador y lo guarda en su bolsillo derecho del pantalón.


En cuánto escuché hablar de aquellos perjuicios colados de las estaciones en las montañas de Missionary Hill's, no hice otra cosa que pensar en ellas y en el momento de verlas por sí mismo. Mientras tanto, fuí ganando ls confianza con las personas que corresponden a esta institución pero, por casualidad y extraña aclaración no logro la que he estado buscando.


Con un ambiente fresco alrededor de La Central se observarían los vehículos de trabajo de la CND.

Miguel mira alrededor del lugar hacia los vehículos para concebir la estadía del estacionamiento.



Miguel: Vaya, al parecer, tienen muy bonito esta parte.

Todos los vehículos tendrían el mismo diseño: un borde lineal rojo de forma horizontal que rodea el vehículo, una antena de transmisión satelital, llantas estilo Weethler, entre otras.

Miguel camina dirigiéndose a una de los FTS para entender el diseño de las furgonetas.

Miguel abre la puerta de la furgoneta y procede a subirse, así mismo cerrándola.

Miguel saca la radio donde había dejado en su bolsillo derecho del pantalón, procede a encenderlo levantándolo hacia la altura de su boca.

Un poco nervioso utilizando el radio informa el uso necesario de una FTS a La Central.

Miguel: Utilizaré un FTS de matrícula V-317, creo, para ejecutar el código ND.8

Miguel, tras el informe, apaga la radio bajando el brazo guardándolo nuevamente en su bolsillo derecho del pantalón.

Miguel saca las llaves, conectando al switch, así mismo, para encender el motor del vehículo.

Miguel: Bien, aquí vamos.

Se encontró solamente un integrante salir de La Central para vigilar la zona del estacionamiento mientras se despide de mi persona.

Pasan los meses, sin comunicación interna con la institución, mis proyectos pobres que publicaba a través de las emisiones y del contenido público que visitaban la gente, nunca perjudicó mi ascenso de cargo tras cargo. Pasé de principiante lamentador de tiesas almohadas a ser un gran empresario exitoso, pero necesitaba que la gota no colmé el vaso.


Miguel está revisando los rangos de la lista a través de la página oficial de la institución en una computadora.

Pendiente de las listas de integrantes que se muestra en la pantalla de la computadora.

Miguel: A ver, a ver...

De un momento dado, la lista sería modificada en tiempo real indicando el ascenso de Miguel a un rango importante de la institución.

Miguel: Perfecto.

Miguel, alegre por los resultados, se levanta de la silla dirigiéndose a su notas pegado en la pared mientras sostiene un lapicero azul en su diestra.

Miguel se detiene en una pared de notas pegadas y revisa detalladamente.

En muchas de las notas se puede ver todas los objetivos que ha logrado mientras fija su vista en marcar la que necesita.

Miguel: Aquí está.

Miguel levanta su diestra hacia la altura de la nota para marcar el objetivo cumplido.

Miguel: ¡Marcado!

La casilla de "Supervisor" fue marcada exitosamente tras unos segundos de revisión.


Los juegos de confianza funcionan bien. Lo que más me preocupa el peligro que asemejaba mi vida si no consigo cumplir la misión que me habían comentado hace tres meses.

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SEGUNDO CAPÍTULO: Dos accidentes inolvidables

Fue entonces cuando había ocurrido un ligero accidente automovilístico, en las estrechas calles de Foster Valley, y quedé profundamente asombrado y perturbado.


En la parte inferior trasera del vehículo del individuo se aprecia ver la salida de humo gris oscuro, conduce de una manera rara.

Miguel: Joder, voy a ver.

Miguel concentra su mirada hacia el humo sobresaliente de la parte trasera del vehículo.

El coche pierde el control generando un difícil manejo. El mismo, con la pérdida de control, comienza a desviarse del camino de forma brusca, chocando contra un árbol.



Miguel detiene el vehículo en una vereda peatonal. Abre la puerta del mismo, apresuradamente, dirigiéndose rápidamente hacia el lugar del choque. Llegando al lugar, revisa el lugar del piloto.

Miguel: ¡Hostia puta, Diego!

El sujeto se encuentra inconsciente sobre el volante, dejando su peso sobre el asiento con su cabeza inclinada hacia atrás. La parte delantera del vehículo se encuentra completamente destruido, con el motor humeando.



Miguel ejerce fuerza sobre la puerta del conductor, y logra abrirla. Toma a Anthonny de los hombros, sacándolo del vehículo y arrastrándolo hacia una zona segura, lejos del vehículo. Mete su mano en el bolsillo de su pantalón, extrayendo su teléfono móvil. Presiona el botón de encendido, y espera su funcionamiento. El mismo, al encenderse, realiza con rapidez un llamado a emergencias.

La llamada es recibida por una mujer después de unos segundos de espera.

Receptor: Buenas noches, 911. ¿Cuál es su emergencia?

Miguel: ¿911? Necesito una ambulancia urgentemente, ha ocurrido un accidente de tránsito.

Receptor: ¿Podría decirnos su ubicación para que enviemos una unidad?

Miguel: En Foster Valley. Por favor, vengan deprisa.

Receptor: Iremos enseguida; señor, una unidad está en camino.

Miguel corta la llamada, guarda el teléfono y apoya su cabeza en el pecho de Anthonny para comprobar su pulso.

El corazón de Anthonny sigue dando pulso, latiendo lentamente. Tiene una herida en la cabeza, donde su sangre se derrama por su rostro hasta manchar sus prendas. Pasan unos minutos y la ambulancia aún no llega.

Decidido, Miguel levanta su cuerpo y camina hacia el auto. Abre la puerta de atrás y lo acuesta, seguidamente cierra la puerta y sube al vehículo, para arrancarlo y acelerar.

En el lugar de Foster Valley no habrían gente rondando por las veredas ni coches pasando por las calles.


Me dirigí hacia el Hospital de San Fierro, a unos tres kilómetros de distancia, estacioné de inmediato hasta llevarlo a recibir su apremia asistencia. Quedó inconsciente pero, no entendía la rapidez que pasaba el tiempo.




Al llegar, detiene el motor del vehículo, estacionándolo en un estacionamiento cercano al hospital. Baja del automóvil, cierra la puerta del conductor, abre la puerta trasera y toma el cuerpo de Anthonny, llevándolo en brazos hacia el interior del hospital para ser atendido.



La sangre ensuciaba la camisa de Miguel mientras lo llevaba en brazos.

Miguel: ¡Vamos, aguanta!

Rodeados de personas quienes los miraban atraviesan la entrada. A unos metros de distancia, dos personales médicos se encuentran conversando sin darse cuenta de la llegada segundos después.

Miguel deja cuidadosamente al herido para solicitar, rápidamente, atención médica.



Personal 1: ¿Otro cuerpo con esas extraños palillos incrustados? Hace una semana escuché lo mismo de una mujer que fue hallada con el mismo escenario.

Personal 2: Así me han dicho. Al parecer, todas esos cuerpos con esos palillos pertenecen a personas con antecedentes policiales. Esa mujer de la que hablas era una sospechosa de un caso de pedofilia, de creación y distribución de pornografía infantil y no sé qué más. Lo más espeluznante es que el escenario donde se hallaba su cadáver fue tan crudo que hasta uno de los oficiales quienes fueron a revisarlo vomitó en el acto. Había sido desarmada con resentimiento y precisión, como si el que realizó ese asesinato ya tuviera experiencia en eso. A un cercano de la mujer, que también se le sospechaba de lo mismo, fue encontrado por su vecina con las tripas afuera en su jardín trasero...

Miguel: ¡Un médico, persona herida! -grita-

El primer personal interrumpe la explicación de su compañero al notar la llegada de Miguel cargando a una persona herida en sus brazos. Inmediatamente, llaman a por una camilla, llevándolo en ella hacia una sala de emergencias.

Personal 1: ¡Informe, traigan la camilla y nos llevamos a la... -utilizando la radio comunicadora-

...


Luego de un mes, estaba enfadado y apresurado de tal valor que no lograba experimentar. Desde que se encontraba tomando una siesta hasta que algo hizo que se achicharraba su vivienda desde el interior.


La habitación de Miguel estaba un poco desordenada, su computadora continuaba trabajando y con un ambiente un poco cálido.

Miguel: Mierda, ¿Cuánto tiempo tengo que seguir esperando para que ese imbécil me dé algo de información? Lo único que sé es que... -desesperado-

Miguel voltea a mirar, nuevamente, la notificación que le llegó en su celular tras vibrar en el instante.

En la notificación del celular: "Bambino: Cuéntame la información que recopilaste."


Ya se encontraba en buen estado, tras ser hospitalizado durante un buen tiempo por un accidente automovilístico, echando una siesta y descansando en su casa.


Recostado en la cama de su dormitorio descansando plácidamente. Suelta un suspiro y sale de un sueño temporal.



Anthonny abre los ojos y mira fijamente su repisa. Al notar la ausencia de su teléfono, levanta su cuerpo de la cama, dirigiéndose hacia la silla donde el aparato se encontraba recargando su batería.

Conectado el celular con el cargador, se vería un cien porciento de batería.

Anthonny estira su brazo y toma el cargador, y unas chispas saltan, provocando un choque eléctrico en su mano, soltándolo inmediatamente.

Se produjo un corte de circuito eléctrico en el tomacorriente. Una de las chispas saltó a una cortina cercana, encendiéndola en llamas. Anthonny se encontraba adolorido por el choque eléctrico, quien aún no se daba cuenta del fuego.



Anthonny: Aahh!!!


En una terrible noche cabalgaba un incendio de los forestales que temía mi ser en la oscuridad. Intenté ingresar a su cuarto después de golpear la puerta en repetidas ocasiones, para rescatar a la persona del quien he escuchado hablar.


Cargado de frustración, Miguel se dirigía al hogar de Anthonny con un cuchillo en su mano cuando al llegar, delante de él, se divisaba su destino resplandeciendo un brillo amarillento del interior.



Miguel: ¿Qué carajos? Este tipo siempre tiene mala suerte.

Miguel corre hacia la propiedad a toda prisa. Abre la puerta de entrada y logra llegar al cuarto donde el incendio se producía. Tira el cuchillo al suelo y toma el picaporte de la puerta, para luego soltarlo por el calor que producía. Patea la puerta y logra abrirla, liberando el humo que había acumulado en el interior.

Miguel: ¡Anthonny!, ¿¡Dónde estás!?

Miguel camina hacia el cuerpo de Anthonny para cargarlo y se dirige hacia la puerta principal de la vivienda.

Muchos bomberos llegarían a la casa y proceden a apagar el fuego luego de conectar la manguera en un hidrante de incendio al igual que sus vehículos de trabajo traigan la suya.



Bombero 1: ¿¡Se encuentran bien!?

Miguel: ¡Él no! ¡Lo voy a llevar al hospital!

Bombero 2: ¡Llévalo rápido!



Lo llevaba en mi coche, me dirigía rápidamente de camino hacia el Hospital de Los Santos.


Lo llevé nuevamente hacia el Hospital de Los Santos, horas después despertó y dimos nuestra conversación. Después de unos minutos, me dice el doctor de terminar nuestra platica que escribía en mi pensamiento el final del objetivo, aunque no había planeado investigar nada hasta la semana que vendría.


Una conversación influye en la sala del paciente (Anthonny), en lo que se notan cómodamente realizando una charla interesante.

Anthonny: ...se parece a lo que iba a hacer una campaña electoral para postularme a la presidencia. Todavía faltan muchos objetivos que conseguir, uno ya te lo conté...

Se convirtió en una conversación interesante para Miguel hasta que llegó el doctor para retirarme de la sala; pues, se acabó el tiempo.

Doctor: Señor Miguel, le informamos que su tiempo se agotó y necesitamos atender al paciente.

Miguel: Bien, ya me retiro.

Doctor: ¿Cómo te encuentras, Anthonny?

Anthonny: Perfecto, doctor.

Miguel miró a Anthonny le sonríe levemente, giraría su cuerpo dirección hacia la puerta y saldría de la habitación.

El doctor saldría de la habitación detrás de Miguel, cerrando la puerta de la habitación, tocaría el hombro de Miguel para que él se dé la vuelta y hable con el doctor. El doctor le da un informe sobre el estado del paciente.

Miguel, al terminar la plática, se despide del doctor y se dirige hacia la puerta del hospital para abandonar el centro.


Necesitaba informar al líder de los pertenecientes, que se hacían llamar "Los leonardos". Sin embargo, no fue nada aceptable para él por lo que debí actuar demasiado rápido ante el peligro que interpondré después.


Miguel camina hacia la puerta principal del hospital, estando en la acera miraría hacia su izquieda, buscando un teléfono público.

En la esquina de la cuadra del hospital se encontraría un teléfono público, nadie estaría haciendo cola para usarlo.

Miguel caminaría hasta el teléfono público y lo usaría su propio celular retirándolo desde el bolsillo izquierdo de su pantalón, marcando el número entregado por el líder.

Mientras Miguel marca el número, el teléfono haría los típicos sonidos al marcar, y comenzaría... Llamando, hasta que por fin lo atiende un hombre.


Tras una conversación que me revelaban los pelos de punta fina, recité un ingrediente (o sustancia) que me hicieron lo posible de conseguir la segunda y última misión por lo que hasta su pronta recuperación pudiese recibir dicha sustancia.


Miguel cuelga la llamada, coloca ambas manos en el teléfono público y reposa en él, su mirada de desesperación se notaría claramente y suspira. Levantando su mirada, recompone su postura, miraría a todos lados y caminaría hacia su vehículol.

Miguel: Madre mía, tengo que apurarme.

Miguel abre las puertas del vehículo, ingresa en él, cierra la puerta y procede a encender el motor utilizando las llaves del vehículo que conecta al switch.

En las calles se escucharía ruidos de movimiento público, vehículos pasando por las calles, gente caminando y otros hablando entre sí.


Después de mi extravagancia accionar tuve que abandonar el hospital para descansar y echarme una buena siesta para tranquilizar al cansancio.


Un tiempo después Miguel llega a casa, no se escucharía nada en la zona, un completo silencio, solamente los pasos de Miguel.

Miguel introduce su mano derecha en su bolsillo derecho de su pantalón, seguidamente la retira con unas llaves en ellas, pondría la llave en la puerta, la giraría y la puerta se abriría.

Miguel entraría y cerraría la misma, se lavaría las manos pensando en futuras estrategias para completar sus últimos objetivos.

Sonido relajante de agua cayendo del grifo y con presión sobre las manos de Miguel.



Miguel camina hacia su habitación; se sacaría su ropa, dejándose su ropa interior y se acostaría en cama, cerrando sus ojos y se quedaría dormido.

En la habitación solamente se escucharía los ronquidos de Miguel.

[Morten_Speedwagon]

TERCER CAPÍTULO: Misión cumplida

Al pasar más de un mes, después de que Miguel obtuviera la confianza de Anthonny, justo pasado el tiempo en que la aparatosa y bochornante tragedia ocurriera, pasó lo más inexplicable en el mundo pues las apariencias no serían las mismas a partir de aquí...


Anthonny retira su tarjeta magnética para introducirlo en la caja magnética de la puerta, logrando abrirla y lo guarda nuevamente en su bolsillo interior de su chaqueta.



Dirigiendo la mirada después de que Anthonny se encontraría reflexionando, se posicionó sobre aquel individuo que gustó en acompañarlo. Miguel hablando, transmitiendo en la emisora tranquilamente mientras los componentes seguirían activos.



Miguel: Me encantan las transmisiones en vivo, es una pasión. -Exclamaba pensante-

Anthonny: ¡Perfecto!, ¿Cuántas horas llevas ahí?.

Miguel: Casi dos horas, ya estoy terminando.

El muchacho con los rasgos ya mencionados estaría acercándose acercándose hacia mi posición.

Anthonny: Termina la transmisión para salir de copas en mi casa, ¿Te apuntas?

Miguel: Dale, enseguida termino y voy.

Anthonny: Venga va.


Después se apartó por un momento, entonces, llamé al líder para que me marcara una ubicación para la entrega de la sustancia. Un rato más tarde me invitó a tomar unas copas en su casa, le acepté y nos dirigimos.




Anthonny camina hacia su vehículo, procedió a subirse en el abriendo la puertas delantera, ingresando en el mismo para luego cerrarlas.

Miguel se encontraría dentro de copiloto en el auto.

Anthonny: Che, ¿Me has estado esperando?.

Anthonny relajado, tranquilo y sosegado suspirando en un ambiente fresco.

Miguel: Unos 7 minutos, ya me estaba ahogando en este auto.

Anthonny: ¡Joder, ya arrancamos!. -sacaba sus llaves para conectar al switch-

Anthonny gira las llaves, así mismo encendiendo el motor.


Nos dirigimos hacia una famosa tienda ubicado cerca de las afueras de la estación de trenes, Unity en Los Santos. Tuve que ir a por el polvo donde recogí en secreto por un bravo bandolero.




Después de estacionar, Anthonny, su coche, no hay mucha gente rondando por esas estrechas veredas de piedra.





Anthonny: Listo, llegamos, ve a comprar el chip rápido para tomar unas bebidas en mi casa.

Miguel: Bien, no tardo. -exclamó mientras abre la puerta-

Miguel cierra la puerta del vehículo y camina hacia la puerta de la tienda.



Miguel se detiene delante de la puerta principal de la tienda vigilando a Anthonny fijamente.

Distraído Anthonny chequeando sus carpetas de trabajo.



Miguel realiza un paso hacia atrás para dirigirse hacia un callejón trasero de la tienda.



Uno de sus acompañantes que se encontraba en ese lugar sosteniendo una bolsa.

Miguel se acerca al acompañante lentamente para proceder a hablar.



Mafioso: Te voy a hablar en español.

Miguel: ¿Ya tiene el polvo?

Mafioso: Tome, aquí tiene el polvo que necesita. Termine rápido.

El sujeto estira su diestra con el polvo y Miguel se lo recibe también con su diestra.



Miguel: Bien, no me queda mucho por hacer, gracias por entregarme.

Mafioso: Anda, rápido, y recuerda lo que el líder te dijo.

Miguel gira media vuelta para dirigirse hacia el vehículo de Anthonny de manera tranquila.




Pasado unos minutos, después de que ambos protagonistas se encontraban en la famosa tienda, mientras que Anthonny se vislumbraba algo nervioso, se van rumbo hacia su casa.


Al ingresar a la sala de la casa, habría una pantalla de 70 pulgadas pegada a la pared, un sillón de terciopelo y un modular colocado en un estante junto a numerosos libros de diversa índole junto con una emisora de radio.

Miguel: Es increíble esta sala.

Anthonny: Sí, bueno; este es el resultado de haber trabajado por muchos años.

Anthonny sostiene dos bebidas un poco frescas en sus ambas manos, alzando su diestra para entregarme una bebida.



Miguel levanta su diestra hacia la bebida para recibirla.



Miguel: Huele bien la bebida, está muy fresca.


Después de una pequeña charla, Anthonny descuida su bebida en la pequeña mesa. Aproveché en echar la poderosa sustancia en su bebida, tenía que hacerlo rápido.


Anthonny deja su bebida sobre la mesa.



Anthonny camina saliendo de la sala dirigiéndose hacia el segundo piso.




Aproveché en echar la poderosa sustancia en su bebida. Algo sorprendente ocurrió en esos instantes.




Después de vertir la sustancia en la bebida de Anthonny, se vio un efecto agudo dentro.

2 minutos después, Anthonny regresaría minuciosamente.

Anthonny: Ya llegué, en un rato voy a tener que revisar las estadísticas de publicación de contenido.

Miguel: Perfecto, ya estoy acabando el trago.

Anthonny: Espérate pues, necesito acabarlo también.

Anthonny agarra su bebida situada en la mesa y camina hacia el sofá. Levanta la bebida hacia la altura de su boca para consumirlo.


Se sintió un poco mareado y en estado de ebriedad por lo que me contó varias cosas que más eran importantes para la organización criminal. Minutos después se acostó a dormir y procedí a retirame.




Miguel, tras salir de casa de Anthonny, saca su móvil y procede a marcar un número registrado en el mismo.



Miguel: Te tengo mucha informacion que contarte, se tomó la droga. Luego te cuento.

Don: Bene, venga a Tierra Malvada, allá me contará todo lo que consiguió, y espero que haya conseguido mucho.

Miguel: Bueno, dame media hora.


No fuí capaz de concebir el error mínimo de olvidarme el polvo en su casa, pero la misión ya estaba hecha y la fortuna entera me la he ganado. Es por eso que fui a contarle lo que quería el jefe y tomé el primer vuelvo para salir de San Andreas.


Anthonny frunció el sueño y dispuso a caminar por la sala al tiempo que intentaba recordar.

Anthonny: "¿Qué me sucedió en las últimas convocatorias?"  -intentaba recordar-

En un momento dado, no logra concebir lo que le había ocurrido en el tiempo que estuvo ausente.

Anthonny camina dirigiéndose hacia su vehículo para montar y conducir rumbo a la central de la CND.

Unos minutos después, al llegar estacionó lentamente, apagó el motor y se apartó del vehículo. Camina hacia las instalaciones abriendo las puertas principales vigilando alrededor de las mismas para asegurarse que todo esté en orden.

Tras varias revisiones en las instalaciones, se percató de que había solo una nota en la mesa junto con una cámara, la radio comunicadora, un gps y un lapicero de tinta negra.

Anthonny agarró cuidadosamente llevándolo a una altura que le facilite leer y procede a revisar la nota.



Anthonny:  "Te dejaste llevar, ahora debes cuidar a tus espal..." ¿Qué me estás contando? -nervioso-

Anthonny voltea a observar nuevamente alrededor de las instalaciones.

Tampoco detectó que había alguien en este lugar. Todo está desértico, eran las seis de la mañana.


Cuando llegó a la Central para preparar una reunión sobre las próximas entrevistas, jamás volvió a recordar a un tal hombre llamado Miguel Fonteno, o ¿fue un sueño que él nunca existió en la realidad?...

[matias_santis]

Muy bueno

[Miguel_Skyterzech]

Hoy si.

[Dweckt_Kudrietsev]

O:

[Miguel_Skyterzech]

Teníamos potencial, nomás faltaron ganas