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Renuncia CK2 | Olvido desértico.

Iniciado por Kise_Ryouta, Abril 11, 2021, 06:26:47 PM

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Kise_Ryouta



Narración
Acción
Entorno
Diálogo



Aflicción era la representación cabal del rostro aturdido de dilemas y exasperación de Kenneth.
La felicidad del mismo había culminado, y tras varios días de recapacitación en definitiva había tomado una decisión elemental en su vida, desamparar su familia por cuestiones de autodeterminación y fastidio hacia la misma.
La decisión estaba tomada, partiría con dirección al archipiélago habitado por indios y tribus locales, conocido por ellos y distintas atribuciones antepasadas. Allí él nunca sería encontrado y podría continuar con su vida con tonos a la edad antigua.

Bone County, Los Santos.
Viernes, 9 de abril de 2021.
Hora local: 1:42 a.m.


La resonancia del motor originado por una lancha dejaría de efectuarse, los choques reiterados de las olas del mar contra la orilla de la costa se harían notar y la minuciosa luz desprendida por la luna se reflejaría en el refrigerado y violento mar.
Múltiples individuos descargarían sus húmedos pies a las finas y abundantes partículas de arena que reposarían en la parte lateral de la costa.
—Tripulante: ¡Llegamos, caballeros! de aquí la responsabilidad de sobrevivir y llegar estable a la ciudad recae en ustedes, les aconsejaría ir con dirección al este. Otro consejo, si llegan a perderse entre la neblina y las exorbitantes olas de arena conserven la calma y no corran, así beberán menos líquido y podrán disponer de más energía.
"Muchas gracias" fueron las últimas palabras escupidas por el grupo de personas que acompañaban a Kenneth en la lancha antes de dispersarse.
Kenneth tomó el camino que para él era el correcto, guiado y a total disposición de su percepción caminó y caminó durante varias horas en la inexpresiva y húmeda noche.
Kenneth ablandó y alojó sus hombros horizontalmente, al mismo tiempo que los brazos se converjaban al tronco y zanqueaba con sus rodillas una vez tras otra.
El viento arrastraba la fina arena del desierto que se colaba por las distintas prendas de vestir de Kenneth, las pisadas del mismo se hundían en la arena obstaculizando su marcha.
Kenneth acrecentó el brazo y posteriormente converjo su antebrazo sobre su frente, entrecerrando sus ojos.


Acompañado por la soledad y sus diversos pensamientos de melancolía comenzó a recordar bruscos momentos de su vida, enfocado e ido en sus recapitulaciones mentales, el viento comenzó a encabezar su marcha.
Kenneth frunció el ceño y arrugó la frente, su labio bermellón cubrió lentamente el arco de cupido expresándose de manera triste.
—Kenneth: Un día me dije, "Nunca tomes una decisión cuando estés triste, enfadado, celoso o enamorado", pero creo que no fui lo suficientemente realista para aplicarlo en mi vida.
—Kenneth: Y hoy lamento contradecirme a mí mismo, maldigo mi vida y total respeto para aquellos que fueron amigos y conocidos.
El cántico y vibrato de un dispositivo tecnológico comenzó hacerse presente en la zona de manera consecutiva.
Kenneth inopinadamente encaminó su mano diestra con dirección al bolsillo de su pantalón y tanteo rápidamente en el interior de su bolsillo, rodeó y sujetó con sus dedos el móvil que yacía ahí y lo extrajo con leve fuerza hacia fuera.

Kenneth guió su mano diestra y posicionó la pantalla del móvil frente la oreja de sí mismo, posteriormente accionó su dedo índice sobre el mismo y contestó.
El llanto ejercido por el móvil se esfumó de manera brusca y deliberadamente comenzaría a sintonizarse una voz radiola proveniente del mismo.


—Kenneth al móvil: ¿Hola?
—Desconocido [móvil]: Malas noticias, acaban dar de baja a tu hermano menor.
—Kenneth al móvil: ...
—Desconocido [móvil]: Sé que te resulta difícil afrontar esta inesperada noticia, ya que por lo que me contabas era el único que te entendía, pero tienes que ser fuerte y seguir adelante, Shcherbakov.
—Kenneth al móvil: ¿Quién fue? ¡¿QUIÉN LO HIZO?! |-Dijo de manera agitada-|
—Desconocido [móvil]: Mira, aún no se sabe quién se atrevió a tal acto, en cuanto tenga noticias te las haré saber, compañero.
—Kenneth al móvil: Supongo que ya no queda nada, para qué luchar. |-Murmuró-|
—Desconocido [móvil]: ¿Kenneth, estás bien?
Kenneth abrió detenidamente su mano diestra, separó cada dedo y dejó caer el móvil sin expresión facial alguna.
El móvil descendería lentamente hasta clavarse entre las estrechas capas de arena.
Kenneth flexionó ambas rodillas y las reposó sobre la arena, inopinadamente encaminó ambas manos con dirección a sus calcetines y con sus dedos tanteó en el interior del mismo.


Los pensamientos acumulados y constantes incertidumbres consumían y mataban a Kenneth poco a poco en vida, hasta llevarlo a tomar una deplorable, egoísta y solitaria decisión.
La forma lisa del calcetín se vería afectada por un relieve con forma de cuchillo en su costado.
Kenneth aprehendió con sus dedos el cuchillo y posteriormente lo aprisionó con su mano empuñada.
El mango del cuchillo quedaría en aprisionado en la palma de Kenneth, dejando sobre salir la hoja, filo y punta del mismo.


Kenneth posicionó horizontalmente el filo del cuchillo contra su estómago y acrecentó el mismo, encaminó y estiró la mano armada a la altura de su cabeza y tomó un leve impulso.
El brazo izquierdo de Kenneth quedaría estirado en su totalidad de sí mismo, la puntilla del cuchillo quedaría fijada hacia él.
Kenneth nunca se percató cuando entró en aquel desierto o siquiera si el desierto había llegado hasta él. Tan solo en estos momentos se había percatado de que era incapaz de ver su origen del que ahora tan sólo quedan recuerdos.


—Kenneth: O amor é necessário no mundo.
Kenneth avecinó rápidamente el cuchillo con fuerza hacia su estómago impactando repetidas veces hasta liquidar sus fuerzas.
La carne maltratada y agujereada por el filo del cuchillo finalizó, para posteriormente desterrar sangre cada vez más rápido y más continuo, el chorro de sangre se ahuyentaba a lo largo del cuerpo de Kenneth, cayendo hasta las finas partículas de arenas incesamente.
Kenneth entrecerró sus ojos y malbarato sus metacarpos dejando caer el cuchillo, no obstante dio dos pasos paulatinamente hacia atrás, hasta desplomarse en el aire.
El viento y los finos fragmentos de arena colisionaban contra el cuerpo sin consciencia de Kenneth, cada golpe hacia el mismo iban chocando entre sí, formando una orquesta de desafinada, chirriante y quejumbrosos murmullos de sonoridad.


El crujido y levantamiento de polvo sobre la arena se extendió de manera inopinada y consecutiva, el viento y no tardó en cubrirle con suavidad hasta enterrarle entre las dunas de arenas desérticas..
Así culminó la subsistencia de Kenneth en la tierra, ningún individuo lo mató. Simplemente cayó y murió. Allí sólo y en silencio. Sabiendo que es la última parte de un mundo.
Que el pasado viviente en sus recuerdos moriría con él. Y que su cuerpo al igual que la historia que lo acompaña sería enterrado y olvidado.
End.

Dayvon_Benneth


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