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[CK2] Ryan Cardozo | "Sub-Oficial Bestia" | Aprobado por Kevin - 05/01/2024

Iniciado por Ryan_Cardozo, Diciembre 29, 2023, 06:14:48 PM

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Ryan_Cardozo

Narración
Acciónes
Entórno
Diálogos


Motel Jefferson, Los Santos
Lunes 4 de Diciembre
Hora: 21:15


La noche envuelve la ciudad en su manto oscuro, solo interrumpida por destellos intermitentes de coches con neón y farolas distantes
En una calle desierta, Ryan se encuentra apoyado sobre su moto, una máquina negra y reluciente que corta la penumbra con elegancia. Con una postura relajada, Ryan sostiene un cigarrillo encendido entre los dedos, el humo serpenteando en el aire frío de la noche.
Ryan había caído en las garras de una mafia implacable, una organización que tejía su influencia como una red oscura sobre las calles desgastadas por el tiempo. Su entrada en este submundo fue impulsada por una deuda asfixiante, y las órdenes de la mafia se convirtieron en su única vía de escape.

Sonido de teléfono vibrando en el bolsillo izquierdo de Ryan.
Ryan, con una mezcla de curiosidad y precaución, levanta el móvil y responde.
Voz en el teléfono: Ryan, necesitamos que hagas un trabajo especial.
Ryan: (Suspira) ¿Qué es esta vez?
Voz en el teléfono: Tenemos un pequeño establecimiento, una tienda 24/7. Los dueños han estado metiéndose en asuntos que no les conciernen. Necesitamos enviarles un mensaje claro.
Ryan: Ve al grano.
Voz en el teléfono: Queremos que la tienda sea saqueada, y necesitamos que quien esté detrás del mostrador... no pueda hablar después.
Ryan: ¿Quieres que asalte la tienda y mate al dueño?
Voz en el teléfono: Exacto. Hazlo rápido y limpio. Queremos que todos en el bajo mundo sepan que no se juega con nosotros.
Ryan: Me expongo demasiado, ¿sabes?
Voz en el teléfono: No hay tiempo para quejas, Ryan. Tienes una deuda con nosotros, y esto es parte de la solución. Hazlo, y tu deuda disminuirá significativamente.
Ryan: (Respira profundamente) Está bien, dame los detalles.

Ryan continúa en llamada, escuchando atento cada detalle que da el hombre detrás el teléfono.
La información dada a Ryan sería variada, nada compleja, recibiría la ubicación de la tienda 24/7 y donde tenía que presentarse después de haber cometido el delito para hablar sobre su deuda. Entre los detalles también se dio a conocer sobre un nuevo Sub-Oficial, el Ex-Cadete Basthian Heatzhy, a destacar de el habían dos cosas; su rudeza y patrullaje, trabajando como Policía todo el tiempo que pudiese, rondando por todo Los Santos con una patrulla acompañada de golpes y daños por su conducción. Abusando a veces de su autoridad, conduciendo agresivamente, estando corrompido por el poder que cargaba, se ganó el apodo de "El Sub-Oficial Bestia".
La llamada se corta, dejando a Ryan con un nudo en el estómago y la certeza de que este nuevo encargo pondrá a prueba sus límites y su conciencia en el oscuro juego en el que está atrapado.
Ryan sube a la moto ágilmente y con confianza, con un gesto rápido su mano derecha gira la llave y acelera.
Con la confianza de que todo saldrá bien para el como ha sido desde que se metió en este sub mundo de las noches, ryan se dirige a su destino.


La moto de Ryan se detiene con un gruñido de motor frente a la tienda, sus ruedas descansan sobre un suelo de hormigón. Ryan, con una confianza aparentemente ilimitada, apaga el motor y se desliza de la moto con movimientos ágiles. No hay candado en su mano, ninguna precaución visible mientras se dispone a recargar la 9mm que carga consigo.
Cardozo saca una Pistola 9mm descargada, y su respectivo cargador de la moto con ambas manos, dirige con su diestra el cargador lleno a la 9mm. El cargador encontró su lugar con un clic decidido y acto seguido, Ryan tiró hacia atrás la corredera de la pistola. Una bala había sido alimentada en la recamara. Ryan quita el seguro mientras camina en dirección a la puerta de la tienda.

El tintineo de la campanilla anuncia la entrada de Ryan a la tienda 24/7. Un silencio inusual reina en el ambiente, solo roto por el zumbido de los fluorescentes que iluminan tenues estantes. El suelo pulido refleja la tenue luz de la tienda, y estanterías ordenadas muestran una variedad de productos, cada uno envuelto en el silencio de la soledad. Los pasillos vacíos parecen estirarse hacia la oscuridad, un eco de la ausencia de clientes. El único sonido perceptible es el crujido ocasional del suelo cuando Ryan se acerca al mostrador con pistola en mano, un eco de su propia presencia.
El cajero, con ojos fatigados y expresión indiferente, alza la mirada para atender a Ryan.
Ryan, como una figura solitaria en este escenario silente, está listo para comenzar el asalto.
Un silencio tenso cobra vida en la tienda vacía mientras el cajero, con una mezcla de resignación y nerviosismo, lo mira fijamente. Antes de que Ryan pueda articular una amenaza, el cajero, con movimientos rápidos y discretos, activa un botón bajo el mostrador.
Ryan, aún en medio de su intento de asalto, detecta el cambio en la atmósfera. Sus instintos alerta le dicen que el tiempo se agota.
Ryan, empuñando la 9mm con su diestra y apunta al cajero.

El sonido de sirenas se acerca, una sinfonía inminente de consecuencias.
Ryan: Hijo de perra...
El dedo de Ryan aprieta el gatillo con firmeza, y el estruendo del disparo resuena en la pequeña tienda.
El cajero, impactado, se tambalea hacia atrás, un gemido ahogado escapando de sus labios mientras la bala encuentra su marca.
Ryan, con movimientos ágiles y sin mirar atrás, retrocede de la escena macabra.
El cajero herido queda atrás, y las luces parpadeantes de las sirenas de la policía se filtran por las ventanas, revelando el acercamiento inminente de la ley. La moto de Ryan, impaciente como su dueño, espera en la entrada. Con un movimiento fluido, Ryan se sube al asiento, el rugido del motor dispuesto a romper la calma de la noche. El viento nocturno acaricia su rostro mientras la moto se lanza hacia adelante, dejando atrás la tienda 24/7 y las sirenas que se intensifican. La persecución ha comenzado.

El rugido de la moto de Ryan perfora la oscura noche urbana, la velocidad deslizándose bajo sus ruedas como una sinfonía de adrenalina. El viento azota su rostro, un recordatorio constante de la libertad efímera que la moto le proporciona.
Una sombra parpadeante en su periferia capta su atención. Girando la cabeza con agilidad, sus ojos se encuentran con la visión inconfundible de las luces intermitentes de una patrulla de policía que se acerca rápidamente. Mirando otra vez de reojo se percata de que solo uno de dos faros estaba encendido, el otro parecía que había sido dañado, también alcanzó a ver que el parachoques frontal estaba desgastado, fuera de lugar y torcido.
El corazón de Ryan da un vuelco, una mezcla de anticipación y alerta surgiendo en su interior. La policía... No... El Sub-Oficial Bestia. Como aves de presa en la oscuridad, ha detectado su presencia y la caza ha comenzado.
El coche de patrulla se mantenía a una distancia prudente, pero Ryan percibía la mirada penetrante del oficial. Aquellos ojos no reflejaban la búsqueda de justicia; más bien, destilaban una oscura malevolencia, un depredador entre sombras. El miedo se apoderó de Ryan, una sensación rara y desconocida. Había enfrentado amenazas antes, pero esta era diferente. El policía, sin piedad y corrompido hasta la médula, no dejaba espacio para la negociación o la razón. La perspicacia criminal de Ryan ahora se enfrentaba a un adversario mucho más oscuro.
Ryan en un torpe movimiento mientras pensaba en el conductor de la patrulla empieza a vacilar y pierde control de la moto.
Ryan cae y continúa rodando por la inercia, tratando de protegerse la cara con ambas manos, haicendose bolita, tratando de evitar lo máximo los daños aunque no lleve casco ni equipo para protegerse. Queda agonizando, tratando de pedir ayuda con leves suspiros, logra ver no muy lejos al Sub-Oficial Basthian acercadonse, sin frenar o doblar, dirigiendose a el, sabe lo que le espera.
La noche, testigo silente de tantas hazañas, se volvía cruel y despiadada. La moto de Ryan rugía, pero el eco de su propia tragedia resonaba más fuerte. En un instante fatídico, el control se desvaneció entre sus dedos, y la moto se convirtió en una bestia indómita.
La luz cada vez era más intensa para Ryan, la Patrulla de la Bestia estaba acelerando y con esta traía las malas noticias para la vida de Ryan, que de tan solo acelerar pasaría encima de el moribundo Cardozo, acabando con su vida.

Sub-Oficial Basthian: Carajo.

FIN



Agradecimientos a @Basthian_Heatzhy por darme unos minutos de su tiempo para tomar las fotitos. La verdad no sabía bien que hacer con ellas, pero luego pensé en esto, de ahí la diferencia de días en las fotos XD.


Basthian_Heatzhy


Angel_Ghanzzawi

La Kabra Mmg

Kaez_Denarov


Maxi_murquite

Cita de: Ryan_Cardozo en Diciembre 29, 2023, 06:14:48 PM
Narración
Acciónes
Entórno
Diálogos


Motel Jefferson, Los Santos
Lunes 4 de Diciembre
Hora: 21:15


La noche envuelve la ciudad en su manto oscuro, solo interrumpida por destellos intermitentes de coches con neón y farloas distantes
En una calle desierta, Ryan se encuentra apoyado sobre su moto, una máquina negra y reluciente que corta la penumbra con elegancia. Con una postura relajada, Ryan sostiene un cigarrillo encendido entre los dedos, el humo serpenteando en el aire frío de la noche.
Ryan había caído en las garras de una mafia implacable, una organización que tejía su influencia como una red oscura sobre las calles desgastadas por el tiempo. Su entrada en este submundo fue impulsada por una deuda asfixiante, y las órdenes de la mafia se convirtieron en su única vía de escape.

Sonido de teléfono vibrando en el bolsillo izquierdo de Ryan.
Ryan, con una mezcla de curiosidad y precaución, levanta el móvil y responde.
Voz en el teléfono: Ryan, necesitamos que hagas un trabajo especial.
Ryan: (Suspira) ¿Qué es esta vez?
Voz en el teléfono: Tenemos un pequeño establecimiento, una tienda 24/7. Los dueños han estado metiéndose en asuntos que no les conciernen. Necesitamos enviarles un mensaje claro.
Ryan: Ve al grano.
Voz en el teléfono: Queremos que la tienda sea saqueada, y necesitamos que quien esté detrás del mostrador... no pueda hablar después.
Ryan: ¿Quieres que asalte la tienda y mate al dueño?
Voz en el teléfono: Exacto. Hazlo rápido y limpio. Queremos que todos en el bajo mundo sepan que no se juega con nosotros.
Ryan: Me expongo demasiado, ¿sabes?
Voz en el teléfono: /size]No hay tiempo para quejas, Ryan. Tienes una deuda con nosotros, y esto es parte de la solución. Hazlo, y tu deuda disminuirá significativamente.
Ryan: (Respira profundamente) Está bien, dame los detalles.

Ryan continúa en llamada, escuchando atento cada detalle que da el hombre detrás el teléfono.
La información dada a Ryan sería variada, nada compleja, recibiría la ubicación de la tienda 24/7 y donde tenía que presentarse después de haber cometido el delito para hablar sobre su deuda. Entre los detalles también se dio a conocer sobre un nuevo Sub-Oficial, el Ex-Cadete Basthian Heatzhy, a destacar de el habían dos cosas; su rudeza y patrullaje, trabajando como Policía todo el tiempo que pudiese, rondando por todo Los Santos con una patrulla acompañada de golpes y daños por su conducción. Abusando a veces de su autoridad, conduciendo agresivamente, estando corrompido por el poder que cargaba, se ganó el apodo de "El Sub-Oficial Bestia".
La llamada se corta, dejando a Ryan con un nudo en el estómago y la certeza de que este nuevo encargo pondrá a prueba sus límites y su conciencia en el oscuro juego en el que está atrapado.
Ryan sube a la moto ágilmente y con confianza, con un gesto rápido su mano derecha gira la llave y acelera.
Con la confianza de que todo saldrá bien para el como ha sido desde que se metió en este sub mundo de las noches, ryan se dirige a su destino.


La moto de Ryan se detiene con un gruñido de motor frente a la tienda, sus ruedas descansan sobre un suelo de hormigón. Ryan, con una confianza aparentemente ilimitada, apaga el motor y se desliza de la moto con movimientos ágiles. No hay candado en su mano, ninguna precaución visible mientras se dispone a recargar la 9mm que carga consigo.
Cardozo saca una Pistola 9mm descargada, y su respectivo cargador de la moto con ambas manos, dirige con su diestra el cargador lleno a la 9mm. El cargador encontró su lugar con un clic decidido y acto seguido, Ryan tiró hacia atrás la corredera de la pistola. Una bala había sido alimentada en la recamara. Ryan quita el seguro mientras camina en dirección a la puerta de la tienda.

El tintineo de la campanilla anuncia la entrada de Ryan a la tienda 24/7. Un silencio inusual reina en el ambiente, solo roto por el zumbido de los fluorescentes que iluminan tenues estantes. El suelo pulido refleja la tenue luz de la tienda, y estanterías ordenadas muestran una variedad de productos, cada uno envuelto en el silencio de la soledad. Los pasillos vacíos parecen estirarse hacia la oscuridad, un eco de la ausencia de clientes. El único sonido perceptible es el crujido ocasional del suelo cuando Ryan se acerca al mostrador con pistola en mano, un eco de su propia presencia.
El cajero, con ojos fatigados y expresión indiferente, alza la mirada para atender a Ryan.
Ryan, como una figura solitaria en este escenario silente, está listo para comenzar el asalto.
Un silencio tenso cobra vida en la tienda vacía mientras el cajero, con una mezcla de resignación y nerviosismo, lo mira fijamente. Antes de que Ryan pueda articular una amenaza, el cajero, con movimientos rápidos y discretos, activa un botón bajo el mostrador.
Ryan, aún en medio de su intento de asalto, detecta el cambio en la atmósfera. Sus instintos alerta le dicen que el tiempo se agota.
Ryan, empuñando la 9mm con su diestra y apunta al cajero.

El sonido de sirenas se acerca, una sinfonía inminente de consecuencias.
Ryan: Hijo de perra...
El dedo de Ryan aprieta el gatillo con firmeza, y el estruendo del disparo resuena en la pequeña tienda.
El cajero, impactado, se tambalea hacia atrás, un gemido ahogado escapando de sus labios mientras la bala encuentra su marca.
Ryan, con movimientos ágiles y sin mirar atrás, retrocede de la escena macabra.
El cajero herido queda atrás, y las luces parpadeantes de las sirenas de la policía se filtran por las ventanas, revelando el acercamiento inminente de la ley. La moto de Ryan, impaciente como su dueño, espera en la entrada. Con un movimiento fluido, Ryan se sube al asiento, el rugido del motor dispuesto a romper la calma de la noche. El viento nocturno acaricia su rostro mientras la moto se lanza hacia adelante, dejando atrás la tienda 24/7 y las sirenas que se intensifican. La persecución ha comenzado.

El rugido de la moto de Ryan perfora la oscura noche urbana, la velocidad deslizándose bajo sus ruedas como una sinfonía de adrenalina. El viento azota su rostro, un recordatorio constante de la libertad efímera que la moto le proporciona.
Una sombra parpadeante en su periferia capta su atención. Girando la cabeza con agilidad, sus ojos se encuentran con la visión inconfundible de las luces intermitentes de una patrulla de policía que se acerca rápidamente. Mirando otra vez de reojo se percata de que solo uno de dos faros estaba encendido, el otro parecía que había sido dañado, también alcanzó a ver que el parachoques frontal estaba desgastado, fuera de lugar y torcido.
El corazón de Ryan da un vuelco, una mezcla de anticipación y alerta surgiendo en su interior. La policía... No... El Sub-Oficial Bestia. Como aves de presa en la oscuridad, ha detectado su presencia y la caza ha comenzado.
El coche de patrulla se mantenía a una distancia prudente, pero Ryan percibía la mirada penetrante del oficial. Aquellos ojos no reflejaban la búsqueda de justicia; más bien, destilaban una oscura malevolencia, un depredador entre sombras. El miedo se apoderó de Ryan, una sensación rara y desconocida. Había enfrentado amenazas antes, pero esta era diferente. El policía, sin piedad y corrompido hasta la médula, no dejaba espacio para la negociación o la razón. La perspicacia criminal de Ryan ahora se enfrentaba a un adversario mucho más oscuro.
Ryan en un torpe movimiento mientras pensaba en el conductor de la patrulla empieza a vacilar y pierde control de la moto.
Ryan cae y continúa rodando por la inercia, tratando de protegerse la cara con ambas manos, haicendose bolita, tratando de evitar lo máximo los daños aunque no lleve casco ni equipo para protegerse. Queda agonizando, tratando de pedir ayuda con leves suspiros, logra ver no muy lejos al Sub-Oficial Basthian acercadonse, sin frenar o doblar, dirigiendose a el, sabe lo que le espera.
La noche, testigo silente de tantas hazañas, se volvía cruel y despiadada. La moto de Ryan rugía, pero el eco de su propia tragedia resonaba más fuerte. En un instante fatídico, el control se desvaneció entre sus dedos, y la moto se convirtió en una bestia indómita.
La luz cada vez era más intensa para Ryan, la Patrulla de la Bestia estaba acelerando y con esta traía las malas noticias para la vida de Ryan, que de tan solo acelerar pasaría encima de el moribundo Cardozo, acabando con su vida.

Sub-Oficial Basthian: Carajo.

FIN



Agradecimientos a @Basthian_Heatzhy por darme unos minutos de su tiempo para tomar las fotitos. La verdad no sabía bien que hacer con ellas, pero luego pensé en esto, de ahí la diferencia de días en las fotos XD.


Hermoso ck2.


Nickzzy_Skidzeez


Kevin_Taylor

CK2 aprobado, recuerda avisar por este medio si llegas a romperlo.
16/08/2020 -